29.10.09

Cuando el tránsito se hace difícil

Continuar arremetiendo contra las olas, cuando estas descargan su temperamento en la arena; continuar andando a paso firme, enfrentando de cara, al irreverente viento; valorar la Naturaleza, cuando otros la ensucian y maltratan; valorar la vida cuando otros trabajan para la muerte; mirar a todos los seres humanos con el mismo respeto. Rebelarse y sentirse libre, ante las sutiles máscaras del sometimiento; conservar y defender las propias convicciones, cuando otros cambian por temor o interés; vivir un Ideal cuando muchos reptan en la horizontalidad de sus chatas sensaciones; aspirar al bien común, cuando otros piensan en el propio; aspirar a lo justo, cuando otros lo quebrantan; mantenerse auténtico, para hacer frente a la mentira; aspirar al conocimiento en el lugar donde se rinde pleitesía a la ignorancia; conservar el más común de los sentidos en medio de la locura; transmitir firmeza, donde reina la angustia; mantener la templanza en medio del miedo y la debilidad; ser generoso y pródigo con el esclarecimiento de las ideas y la transmisión del conocimiento, allí donde otros se vuelven mezquinos; disfrutar de la soledad donde sólo hay muchedumbre; disfrutar del trabajo y del divino ocio; erguir la voluntad hasta lograr su verticalidad; preseverar la dignidad, ante toda circunstancia adversa; afirmar donde otros dudan. Hoy estoy así, me nació del alma y decidí compartirlo con ustedes amigos lectores. De repente hace falta un poco de poesía e imaginación, para salir de esta situación tan perversa por la que atraviesa nuestra patria, con respecto a los accidentes de tránsito y la secuela que va dejando a su paso en los hogares peruanos. Hasta mañana.


LA PRIMERA

La libertad de ser mujer

El curso de la vida es un proceso que va desde el hecho físico de nacer hasta el hecho social y espiritual de vivir en comunidad, compartiendo y comprendiendo a quienes no desean un hijo con graves deformaciones congénitas o fruto de un acto atroz de violación.

De ahí la importancia de defender la libre distribución del Anticonceptivo Oral de Emergencia, o “Píldora del Día Siguiente”, que impide la implantación de un óvulo fecundado en la pared uterina. Al respecto, la Organización Mundial de la Salud ha ratificado que la píldora del día siguiente no es abortiva ni es dañina para la salud.

La Ministra de la Mujer y seis ex ministras de esa cartera han respaldado al Ministro de Salud Óscar Ugarte por su posición a favor de distribuir gratuitamente este medicamento en el Perú que está permitido en Europa, Estados Unidos, Canadá y en la mayor parte de países de América Latina.

La interferencia ideológica en un tema que debe resolverse científica y socialmente más que confesionalmente, aporta confusión al debate porque, hay que decirlo, el reciente fallo del Tribunal Constitucional favorece el aborto clandestino, primera causa de mortalidad materna en el Perú.

Una publicidad comercial en el periódico dice “Doctoras ginecólogas regularizan la menstruación al instante y sin dolor. Método directo y natural. Seriedad, discreción y garantía profesional. Las 24 horas. ¡por 50 soles!” (El Men 27-10-09). Esta publicidad es permitida por las autoridades judiciales y la policía, en medio de una gran hipocresía social que lucra con este mercado perverso.

La imposición a millones de personas, cualquiera que sea su fe, de prohibiciones relativas a la esfera íntima, que sólo obedecen pocos, explica la crisis de fe en los católicos que necesitan leyes más que mandamientos. ¿Con estas actitudes no perderá la Iglesia un número mayor de feligreses que de niños que dejarían de nacer por el uso responsable de la AOE?

Ver madres regalando a sus hijos, golpeándolos bárbaramente o matándolos, ¿no toca el corazón de los católicos ultraconservadores? ¿No les permite entender que su ideología respetable, es como todo lo humano, susceptible de error y de corrección.



LA PRIMERA

Amigo de García

Hace un par de días el juez que ve el caso Convial –ese sucio negocio tramado desde el municipio del Callao cuando estaba bajo el mando de Alex Kouri- ha vuelto a mandar el expediente al ministerio público argumentando que está incompleto y que deberá ser mejor planteado.

Por supuesto que el juez miente. La acusación fiscal es redonda porque se nutre del informe que la Contraloría produjo después de una investigación que el propio Kouri quiso obstruir negando la entrega de documentos claves y retrasando todo lo que pudo el envío del expediente técnico de la obra.

Lo que pasa es que Kouri es uno de los favoritos del doctor García (cuando toma su brebaje y se pone en plan de Mr. Hyde), es amigote y jefe partidario del vicepresidente Luis Giampietri, es uña y mugre con Luis Alva Castro, es una de las bisagras del pacto congresal aprofujimorista, contrató por 92,000 soles los servicios de Business Track desde el gobierno regional del Callao y, encima, es el candidato secreto del alanismo a la alcaldía de Lima.

Como si eso fuera poco, Kouri es socio de García en la colosal trama predadora del “mejoramiento de la avenida Néstor Gambetta”, una obra que debería de costar 250 millones de soles como máximo y que, sin embargo, ha sido presupuestada con un valor de 511 millones.

De modo que hay razones suficientes para suponer que el señor Kouri, que toca el bombo en la banda de Palacio, es uno de los intocables del alanismo. Aun en el caso Convial.

Y esto que el caso Convial es particularmente asqueroso.

Recordemos: dos empresas vagamente argentinas se asocian con una peruana y fundan Convial un mes después de “ganar” la licitación.

Este consorcio repentino no tiene el capital necesario para hacer la obra pero consigue, gracias a una adenda contractual, que el municipio del Callao, con Kouri a la cabeza, la avale ante el sistema bancario.

Con eso consigue un préstamo del Banco Financiero por 15 millones de soles, con el que empieza “la vía expresa” de 8 kilómetros hacia el Aeropuerto. Cuando sólo ha avanzado un kilómetro y 800 metros, Kouri y los suyos lo autorizan para que empiece a cobrar el peaje más caro del mundo: 1.50 soles por mil y ochocientos metros.

Con el peaje recaudado desde el 2006 –Víctor Andrés García Belaunde, el corajudo descubridor de todo esto, calcula que gracias a eso obtuvo no menos de 24 millones de soles- no sólo paga parte del préstamo sino que obtiene una suculenta ganancia.

No ha puesto un solo centavo propio, ha invertido lo que le prestaron con el aval municipal y afirma, gracias a la complicidad de una consultora tramposa que había sido denunciada por Ositrán, que en realidad ha gastado, hasta el momento de la denuncia, 18 millones de dólares (es decir a un promedio de diez millones de dólares por kilómetro).

En un vladivideo de 1999 se le escucha decir a Kouri, interrogado por José Francisco Crousillat mientras esperan a Montesinos: “el negocio está en el peaje”.

Fue un decreto de Alberto Pandolfi, ministro de Fujimori, el que precisamente convirtió la avenida Elmer Faucett en parte de la red carretera del país, lo que a su vez hizo posible que en ella se cobrara peaje.

En el comité de adjudicación de la buena pro estuvieron, originalmente, el suegro de Kouri y su abogado personal (el mismo que acaba de comprar a precio de ganga un terreno policial de Ventanilla).

Y uno de los concejales chalacos que aprobó lo hecho por Kouri en relación a Convial fue el general de la policía Wálter Mori Ramírez, que está implicado en la acusación fiscal y que acaba de ser nombrado nada menos que viceministro de Orden Interno del ministerio del Interior.

Por todo eso es que el juez del caso ha decidido que la acusación es insuficiente. Y por todo eso y mucho más es que en el Perú la impunidad “crea jurisprudencia”.


LA PRIMERA

Las mofas de Canaán

El empresario dominicano Fortunato Canaán busca limpiarse por los nexos turbios que estableció con Rómulo León para conseguir una concesión petrolera y prometedoras relaciones con la cúpula del gobierno aprista.

Es posible que también quiera ocultar tratos de su empresa Fortluck-Medicam con EsSalud.

Canaán posee sentido del humor. Cuando en Santo Domingo le preguntaron por Rómulo León, declaró: “Él fue mi empleado, pero hace seis meses que no tengo empleado”. Su empresa constructora de hospitales tiene una chispa de humor en su denominación: se llama Fortluck (es decir: Suerte, Fortunato).

Pero lo empaña una línea de sombra. No se sabe, por ejemplo, por qué tiene prohibido el ingreso en Estados Unidos.

Sus lazos con políticos apristas, incluso el ex presidente del Consejo de Ministro Jorge del Castillo y el presidente Alan García, arrojan otras sombras.

A Del Castillo le dijo, el 30 de enero del año pasado: “Quiero que tú seas el beneficiario político de todo esto”. Puede suponerse que el dominicano quería significar que el faenón de Rómulo León y Alberto Químper iba a traducirse en fondos para la campaña presidencial que alistaba el ex premier.

Ese mismo sentido encierra, inescapablemente, lo que Canaán dijo a Del Castillo el 18 de agosto de 2007 (tres días después del cataclismo en Ica): “las grandes catástrofes siempre han servido de trampolín para realizaciones históricas”.

Como los audios han revelado, Canaán estaba en negociaciones con el inexplicable ministro de Salud Hernán Garrido Lecca para la construcción del Hospital de Emergencia, del Hospital del Niño y de varios nosocomios en la zona siniestrada.

Como se ve por el fax que envió el 9 de febrero del 2008 a Rómulo León, Canaán quería llevar a cabo su propio faenón no sólo con el petróleo. Propone, en ese mensaje, encarecer tramposamente, con ayuda de “arquitectos nuestros”, cada metro cuadrado de los hospitales a construir.

Sería bueno seguir la pista de esa actividad, contraria a los intereses de la seguridad social. Personal de EsSalud informa que hay fotos de Canaán con Fernando Barrios, presidente del Seguro y amigo personal de Alan García.

En su edición de julio, la revista alemana Cicero, “magacín para la cultura política”, publicó el texto del filósofo Peter Sloterdijk “Cleptocracia del Estado”. Entre los ejemplos de robos expone el de Vladímir Putin, el gobernante de Rusia que sigue siendo el poder detrás del trono. Es, precisa, “un hombre sin abolengo que en pocos años a la cabeza del Estado ha podido acumular una fortuna personal de veinte mil millones de dólares”.

No nos consolaremos con las dimensiones planetarias del mal. Nos gustaría sí saber a cuánto ascienden las fortunas personales de Alan García, Jorge del Castillo y Enrique Cornejo.


LA PRIMERA

El partido se jugaría en otro lado

Uno tiene la impresión de que la próxima reunión que sostendrá el presidente García con el papa Benedicto, a fines del mes de noviembre, se ha convertido en el catalizador que está provocando esta ofensiva eclesiástica en contra de la política estatal de planificación familiar.

Es evidente la importancia que tendría en La Haya el apoyo del Vaticano, lo cual podría estar alentando a los sectores más conservadores de la Iglesia a tratar de buscar las mayores concesiones del Gobierno en este tema. Si asumimos este escenario, entonces ya no es tan sorprendente el repentino cambio de posición de tres vocales del Tribunal Constitucional para prohibir la distribución gratuita de la píldora del día siguiente.

Pues, si bien la Iglesia por sí sola no tiene la capacidad de presionar al tribunal –si fuera así, habrían logrado ese fallo algún tiempo atrás–, el Gobierno sí la tiene. Primero, puede dirigir a los vocales 'compañeros’ y, luego, le es fácil persuadir al resto a adoptar una posición con el guiño de ojo usual de que el favor será devuelto. Eso explicaría también las nada convincentes explicaciones de los vocales, las cuales indican que el tema no había sido profundizado antes de emitir el fallo. Así que el partido se está jugando en la Plaza de San Pedro y no en el Cercado.

De cualquier manera, para las próximas semanas se puede seguir distribuyendo la píldora en espera de la aclaración solicitada de la resolución, la cual incluso podría ser revertida con la misma facilidad con que se emitió. Sin embargo, el problema vendría si se le exige al Gobierno, en ese otro partido que está jugando, que garantice una permanente prohibición.

Por ello, para asegurar que nadie sufra con este absurdo fallo, el Ministerio de Salud debería tener listo su plan de contingencia para seguir distribuyéndola sin que tenga obstáculos o retrasos. La idea de donar las píldoras a las ONG o de servir como canal de compra de terceros no parecían ser salidas muy sostenibles, especialmente ante la Contraloría.

Considero que sería más práctico sacarle directamente la vuelta al fallo, como ha sugerido un congresista, y estar preparado desde el primer momento para poder venderlas a través de las municipalidades al precio de 1 centavo, en lugar de que sean gratuitas en los establecimientos del Estado. Lo que no puede ocurrir, de ninguna manera, es regresar al pasado y dejar a los más pobres desamparados.


PERU 21

Escupitajos

Uri Ben Schmuel
uribs@larazon.com.pe


Los congresistas suelen culpar a los medios de la pésima imagen que de ellos tiene la ciudadanía. Dicen que solo mencionamos los escándalos (“mataperro”, “robaluz”, “lavapiés”, etcétera) y no destacamos lo positivo. Sin embargo, lo cierto es que a la hora de legislar sobre temas trascendentales, se ponen de espaldas al país. Y es esa desconexión y no los titulares de la prensa la causa de su descrédito.
Lo que sucedió el martes en la Comisión de Constitución es la mejor prueba. Mandaron al tacho el voto voluntario y la renovación por mitades del Congreso. Ello pese a que, según recientes encuestas nacionales, el 86% de los peruanos está de acuerdo con lo primero y el 74% con lo segundo. Y por si eso fuera poco, desecharon la iniciativa de Valle-Riestra para despenalizar los delitos contra el honor de las personas cometidos por medios escritos. ¡Y después se quejan porque el pueblo los repudia!


Pero el Parlamento no es el único que menosprecia el sentir mayoritario. Miren al TC y su fallo sobre la ‘píldora del día siguiente’ (AOE), absolutamente contradictorio con uno anterior de hace dos años. Hay quienes dicen que ha habido presión –y hasta algo más– de los laboratorios, porque les conviene que la píldora se venda solo en farmacias. No creemos que esa haya sido la razón. Entre otras cosas debido a que varios magistrados del Tribunal son partidarios de prohibir la venta incluso en establecimientos privados. No. Se trata de pura y simple ceguera de un puñado de personas que viven en una torre de marfil.

Porque una cosa es oponerse al aborto eugenésico y otras formas de asesinato que promueven las ONG financiadas por el Gobierno estadounidense. Y otra prohibir la AOE, que no es abortiva según la propia OMS. Y que permitiría justamente evitar que mujeres desesperadas recurran al aborto.

En fin, resulta una suprema ironía que desde las propias instituciones, con actitudes como las señaladas, se alimente el descrédito contra el sistema. Con tanto escupitajo del establishment a la cara del ciudadano, después no se quejen si avanzan las corrientes que quieren destruir la democracia.


la razon

Para un mentiroso

Está bien que César Lévano sea comunista/humalista/chavista y que suela mentir mucho, como estilan éstos, pero de allí a escribir el martes pasado que los "tupamaros" de Uruguay se levantaron contra una dictadura es un exceso. Está bien que quiera justificar el pasado terrorista de "Pepe" Mujica (casado con la también tupamara Lucía Topolansky), el candidato oficialista charrúa que va a disputar la segunda vuelta con Lacalle, pero que este viejo mañoso no engañe a la juventud.

El Movimiento de Liberación Nacional, o "tupamaros" (siempre muy cercano a ETA), realizó su primera acción subversiva en 1963 (cuando la Presidencia era colegiada y democrática, Lévano) con los asaltos al Club Tiro Suizo y al Banco de Cobranzas. Su principal cabecilla fue el ya difunto Raúl Sendic ("camarada Bebé"), que debe estar poniendo bombas en el infierno. Es que si existió alguna vez un país donde no se justificaba para nada una subversión fue Uruguay, donde la democracia estaba enraizada profundamente, por lo que era conocido como "la Suiza de América".

Después comenzaron a matar policías a granel y la cosa fue degenerando cada vez más. En 1968 (régimen democrático de Pacheco Areco, que gobernó de 1967 a 1972, Lévano...) dinamitaron la Radio Ariel del Partido Colorado, secuestraron dos veces al "colorado" Ulysses Pereira Reverbel y entraron a balazos al Casino de Carrasco (el Miraflores local). En 1969 asaltaron la financiera Monty, el Casino de Punta del Este (¡les gustaba la timba!) y varios bancos. También atacaron la Radio Sarandí y quemaron la General Motors local. Ese mismo año plagiaron al banquero Gaetano Pellegrini y tomaron fugazmente la ciudad de Pando.

A partir de 1970 es que se ponen aún más violentos, asesinando al asesor del FBI Dan Mitrione (tema del filme Estado de Sitio de Costa-Gavras. Jerry Lewis y Frank Sinatra le hicieron un concierto a la familia de Mitrione, que dejó nueve huérfanos). Asimismo, volaron un bowling por ser éste un "deporte imperialista" y asesinaron al humilde campesino Pascasio Báez al descubrir éste sin querer un arsenal.

Lamentablemente, más de 100 "tupamaros" lograron fugar del penal de Punta Carretas en 1971, año electoral en que el Frente Amplio, su brazo legal y que ahora es gobierno, sacó 18% con su candidato el general Liber Seregni. El ganador fue el "colorado" Juan María Bordaberry (su hijo Pedro quedó tercero en los recientes comicios), quien tuvo que aguantar una feroz ofensiva terrorista y cayó en el error de un "autogolpe" en 1973 para inaugurar una durísima dictadura cívico-militar que gobernó hasta 1985 (lo apartaron del poder en 1976). Esta dictadura barrió a los "tupamaros" y encarceló a los sobrevivientes en condiciones draconianas (Mujica y su pareja estuvieron entre los detenidos), aunque aún llegarían a raptar al embajador inglés y al cónsul brasileño, asesinar al "colorado" Armando Acosta y matar a más uniformados. Esa es la verdadera historia, Lévano.

Los uruguayos acaban de rechazar en un referéndum que se juzgue a los militares por la lucha antisubversiva, aunque se acaba de encarcelar al general Gregorio Álvarez, ex dictador, y Bordaberry está con arresto domiciliario. Un sinsentido, porque se deben perdonar las barbaridades de los militares tal como se han perdonado las tupamaras. Como bien dijo el ex presidente Julio María Sanguinetti: "El país mira el futuro y no los fantasmas del pasado". No son como aquí, con esas ONG morbosas y su nefasta creación: la CVR.

P.D. ¡Me imagino que este artículo determinará mi veto en la librería El Virrey!



CORREO

Lambayeque: sin Acuña y Simon, oportunidad del Apra

Por Mirko Lauer

Las otras elecciones

Con Yehude Simon lanzado a la competencia nacional, la política electoral de Lambayeque 2010 tiende a ser vista como un match entre el Apra que busca volver y la familia Acuña Peralta que busca quedarse. No es una visión inexacta, pero se queda corta: la lista de aspirantes a región y municipio es algo más variada que eso.

El aprismo todavía deshoja furiosas margaritas. En el caso de la próxima presidencia regional, es entre la popularidad del ex ministro Juan Javier Salazar, que no ha perdido sus contactos en Palacio, y las figuras de un poder local que encarna Javier Velásquez Quesquén. El hombre de Velásquez para la región sería Percy Ramos Puelles.

Alianza para el progreso, el partido acuñista, viene promoviendo al broadcaster, ex congresista del fujimorismo y feroz antiaprista Willy Serrato Puse, alcalde de Olmos en los años 90. Pero Serrato todavía estudia la posibilidad de candidatear por el fujimorismo, que algunos consideran su verdadera alma mater política.

Marco Cardozo Romero, brazo derecho de Simon, candidateará a la región por el Movimiento Humalista, con el apoyo activo de su jefe máximo. Algunos preferirían a Nery Saldarriaga, el reemplazo de Simon, en la presidencia. Pero ella ha enviudado hace poco, y además preferiría ir al Congreso, se dice.

Una carta fuerte será el candidato regional del chiclayano y puntero nacional Luis Castañeda Lossio. Se habla del ex congresista de Solidaridad Nacional Rafael Aíta Campodónico, quien en la pasada elección estuvo a pocos votos de llegar segundo. Podría llegar a contar con el apoyo de Unidad Nacional.

Alberto Ortiz Prieto. Ex rector de una universidad particular y el político de más claro origen popular (Pucalá), obtuvo cien mil votos en la pasada elección regional. Es también el más afanoso: la cuchara que representa a su movimiento Amistad Solidaria Independiente puede verse por cientos de paredes de Chiclayo, y en todo Lambayeque.

El hombre más cercano a Acción Popular en la carrera hacia la región es hasta el momento Miguel Ángel Bartra Grosso, dos veces alcalde de la ciudad, e hijo de un ex alcalde y militante AP. Su historia administrativa y electoral es más bien atropellada, e incluye una vacancia. Él y Ortiz son lo más parecido a independientes en la competencia.

Sin embargo Lambayeque no parece una plaza que dará sorpresas. Si el alcalde César Acuña y el ex premier Simon insisten en llegar a la Presidencia de la República, el Apra tendrá una nueva oportunidad de consolidar el norte. Por lo pronto tiene las figuras más conocidas. Solo tiene que resolver sus diferencias internas.


LA REPUBLICA

El transporte público dignifica a la persona

Por Augusto Álvarez Rodrich
alvarezrodrich@larepublica.com.pe

Un factor clave para ser una sociedad moderna.

Cada vez que viajo al extranjero constato, como ahora que escribo esta columna en un tren entre Nueva York y Boston, que una diferencia clave entre países, que determina de un modo esencial la calidad de vida de su gente, es el transporte público.

Este es un rasgo fundamental entre las sociedades desarrolladas –como Estados Unidos, Japón, Nueva Zelanda, Singapur, Taiwán, España o Francia– o las que están en proceso de serlo –como, para no mirar muy lejos, Chile–, pues implica una serie de beneficios para sus ciudadanos pero, mucho más que eso, tiene consecuencias en la dignidad de la vida de las personas, y connota la valoración que los gobiernos tienen de la misma.

Un sistema de transporte público moderno, entendido como uno que permite desplazar a las personas dentro de las ciudades y entre distintas localidades, con seguridad, eficiencia, rapidez, comodidad, y a precios razonables, implica ventajas fundamentales para el ciudadano común y corriente.

Por ejemplo, el desplazamiento con rapidez entre destinos es fundamental para que la gente tenga más tiempo para otros fines, incluyendo, sin duda, el ocio y el descanso. Tener que dedicar de tres a cuatro horas del día a movilizarse en un medio de comunicación para ir y volver de la casa al trabajo es una manera miserable de perder la vida.

Esto es lo que ocurre hoy en el Perú en lo referido al transporte en ciudades como Lima, donde la falta de un sistema público explica graves problemas de congestión y contaminación pero, también, sobre la dignidad de la persona. O los serios problemas de seguridad en el transporte interprovincial, lo cual explica en nuestro país muchas muertes innecesarias que serían inaceptables en una sociedad moderna.

Es obvio, en este sentido, la profunda diferencia que puede existir entre ir al trabajo y volver en un medio donde se viaje con relativa comodidad y decencia, y hacerlo como sardina en lata que es desplazada en condiciones infrahumanas.

Asimismo, un sistema de transporte público eficiente es un factor importante para la democratización de una sociedad pues constituye un punto de encuentro de personas de diferentes niveles socioeconómicos.

Contar con una infraestructura y un sistema de transporte público moderno, eficiente y seguro implica, en suma, decisiones e inversiones estatales de todo nivel que, en el fondo, expresan la manera como los gobernantes entienden la dignidad de las personas para las que, supuestamente, dedican sus esfuerzos.


LA REPUBLICA

Oportunidad perdida

El Congreso de la República ha perdido la oportunidad para fortalecer la libertad de prensa en el Perú, al resistirse a clausurar una figura jurídica que en la práctica implica un menoscabo evidente de esta libertad: la penalización de los delitos contra el honor a través de un medio de comunicación. Cual espada de Damocles, permanece amenazante frente al libre derecho de opinar y de fiscalizar al poder. La libertad de prensa es el eje de las demás libertades democráticas. Su vigencia tiene relación directa con el carácter principista que todo gobierno –nacido de las urnas– debe cuidar al máximo. Porque, tarde o temprano, todo régimen que conculque esta libertad, aun cuando lo haga de manera subliminal y apelando a variados recursos, termina suprimiendo la otras libertades e instalando una modalidad de gobierno en apariencia democrática, pero que en el fondo se comporta como dictadura monda y lironda.

La penalización de los delitos contra el honor, así como la inclusión de los dueños de medios de prensa como terceros civilmente responsables en los procesos judiciales significa, en la práctica, un instrumento de presión contra el periodismo independiente. Esta mecanismo ha sido y es instrumento propio de los regimenes autoritarios y socialistoides de Latinoamérica, como los de Hugo Chávez en Venezuela, Rafael Correa en Ecuador, Evo Morales en Bolivia, Cristina Kirchner en Argentina y Daniel Ortega en Nicaragua.

Por otro lado, la doctrina moderna en el tema sugiere, por razones morales, legales y políticas en el amplio y prístino sentido de la palabra, juzgar estos delitos en el ámbito civil, con lo cual queda claro que si una persona es difamada o calumniada tendrá una reparación, y el responsable será sancionado. No hay, pues, impunidad. Tampoco presunción de una influencia negativa de la prensa que pretendería ejercer control sobre la sociedad y el Estado. La prensa cumple su trabajo y honra su responsabilidad informando. Que esa información, objetiva y oportuna, colisione con el poder político, económico o de cualquier otra índole, es parte de la problemática con la que los medios deben lidiar todos los días, optando siempre por hacer lo que saben y deben hacer: informar.

Por ello, este archivamiento –realizado muy a la ligera por un Congreso que prefiere proteger a sus integrantes, antes que velar por la libertad de expresión– constituye un retroceso que debemos denunciar. El papel de la prensa en los últimos años demuestra cuán necesaria es la despenalización de los delitos contra el honor. Con su actuación valiente ha contribuido a la consolidación del sistema democrático. Con su fiscalización permanente ha dado una lucha sin tregua contra la corrupción. Con su información, producto de múltiples fuentes, ha velado y seguirá velando por el respeto de los derechos ciudadanos.


EXPRESO

¿Conflictos de interés?

Por: Beatriz Boza

En términos generales condenamos la deslealtad y despreciamos a quien es desleal. Solemos también decir que los perros son leales a sus amos. ¿Pero qué significa ser leal? ¿Es una virtud? ¿Quién debe ser leal a quién?

Ser leal es honrar lo que uno promete. La lealtad hace referencia a la coherencia entre el discurso y la acción, es decir, entre lo que se dice y lo que se hace. Supone honrar la palabra empeñada. Así, quien promete ser fiel y le saca la vuelta a su pareja no está siendo leal.

La lealtad es un principio que llama al comportamiento recto y probo, evitando, por ejemplo, tener conflictos de interés. Una persona está inmersa en un conflicto de interés cuando su juicio se ve afectado por intereses distintos que distorsionan su manera de proceder. Así, en vez de cumplir con lo ofrecido actúa en beneficio propio o de un tercero. Evitar conflictos de interés implica lealtad y supone honrar lo ofrecido y revalorar la palabra empeñada.

La lealtad es un principio básico de la función pública. Un funcionario debe evitar intereses en conflicto con su función y ventajas indebidas.

Así lo establece la Ley de Ética de la Función Pública del 2002 y la Ley de Prohibiciones e Incompatibilidades de los Funcionarios Públicos (2001). Pero a pesar de contar con esas leyes y sus reglamentos, en la práctica existe un gran desconocimiento al respecto en nuestro país.

Así lo demuestra la reciente investigación de Global Integrity (www.globalintegrity.org), la que revela que, en términos generales, en las distintas regiones del país no se sabe de la existencia de normas que regulen el tema de conflictos de interés. Según este reciente estudio, no se conocen las normas que regulan los regalos o dádivas ofrecidas a funcionarios regionales.

Asimismo, al preguntar si de acuerdo con la normativa vigente existen restricciones para la contratación en el sector privado de los funcionarios regionales una vez que dejan el cargo, la respuesta mayoritaria es que no. Ejemplos como estos nos han ganado la calificación “muy débil” en cuanto a regulación e implementación de las normas relativas a conflictos de interés.

Claramente no es un problema de las normas, pues estas existen, sino de su efectividad práctica. Y ello nos atañe a todos porque significa que, en los hechos, aún no hemos interiorizado como sociedad lo que significa honrar la palabra empeñada y valorar la lealtad.


EL COMERCIO

La elección de la pareja

LUCES Y SOMBRAS EN LAS HISTORIAS FAMILIARES


Por: Mercedes Montero de Péndola*

“Tú me acostumbraste a todas esas cosas, y tú me enseñaste que son maravillosas”, bolero muy conocido antiguamente, cantado por Lucho Gatica.

Probablemente más de una pareja empezó su relación amorosa en medio de fuerzas poderosas conscientes e inconscientes.

Pensando en los deseos inconscientes, nuestra primera “elección” cuando venimos al mundo es la que hacemos de la madre, más exactamente del pecho materno y más precisamente todavía la que hace de nosotros la madre, pues es ella la que nos ha elegido. Sobre este modelo, este “primer objeto de amor” tal como lo denomina el psicoanálisis, se harán todas las sucesivas elecciones que haremos a lo largo de nuestra vida y muy especialmente por cierto la de la pareja.

Esto quiere decir que tanto el hombre como la mujer elegirán siempre a alguien que ha enganchado con sus recuerdos inconscientes vinculados a este primer objeto de amor; posteriormente, aparece otro objeto de amor igualmente importante y es la figura del padre.

Reitero, estamos hablando de niveles inconscientes, no de aquellos conscientes, en los que pueden “jugarse” estos roles, que a veces se entremezclan patológicamente y llevan a los miembros de la pareja a sentirse confundidos, sorprendidos de lo que les acontece.

El matrimonio no solo abarca prácticamente la edad adulta cronológica, sino que atraviesa por fases distintas que podríamos llamar fases de formación de la pareja: fase de estructuración y procreación, crisis de la edad media de la vida y lo que podríamos llamar el matrimonio en la ancianidad.

Cada una de estas fases se reviste en formas distintas en cuanto a la intimidad, motivación e intensidad en el vínculo, y cada una puede traer sus propios problemas y conflictos. Los cambios de esta relación en sus diferentes fases producen angustia y exigen de los cónyuges una gran capacidad de adaptación y flexibilidad dentro del vínculo.

Sería de gran eficacia para la pareja familiarizarse con el hecho de que cada unión conyugal experimenta crisis típicas, absolutamente normales y que precisamente la lucha para superar esas crisis es la que mantiene vivo el matrimonio: más bien el intento de eludir y no reconocer los conflictos llevará a más diferencias de criterios, a más perturbaciones dentro de la relación.

La elección de pareja será más sólida cuanto más armoniosa y fluida sea la relación, basada en una comprensión mutua en la que cada uno responda aceptando la existencia de estos modelos infantiles inconscientes, que antes comenté, sin que ello implique desconocer los niveles adultos conscientes. En realidad, ambos niveles están presentes siempre en interjuego y en saludable integración, con predominio de los aspectos adultos, naturalmente, que suponen flexibilidad y no rigidez.

(*) Psicoterapeuta

EL COMERCIO

El monopolio de la verdad

LA LIBERTAD DE PRENSA SEGÚN ECUADOR


Por: Ricardo Trotti Periodista

Quien ambiciona el poder absoluto, primero tiene que adueñarse de la verdad. Para ello, su necesidad indispensable es mantener la divergencia a niveles mínimos, limitar la información y castigar la crítica. Cuba es maestra en el uso de esta metodología, Venezuela está a medio camino, mientras que Ecuador ya mostró sus primeras armas para silenciar al periodismo y restringir el disenso. La fórmula es fácil y perversa. Casi todos los gobiernos autoritarios se justifican detrás de constituciones hechas a su medida, en las que incluyen normas de apariencia inocente que les sirve para dictar leyes reguladoras y controladoras contra los medios y sus contenidos.

Así como la cláusula de “información veraz” de la Constitución venezolana sirvió para dar forma a la Ley de Responsabilidad Social en Radio y TV con la que se cerraron medios y se persigue a periodistas, el artículo de la nueva Carta Magna ecuatoriana —que exige que la información debe ser “veraz, verificada, oportuna, contextualizada”— ofrece al presidente Rafael Correa la posibilidad de sancionar a todo aquel que se aparte de la verdad oficial.

Ante ese peligro, en República Dominicana se logró derribar la norma de “información veraz” que se incluía en la reforma constitucional, mientras que en Bolivia habrá que ver si Evo Morales, después de ganar las elecciones de diciembre, dictará leyes de control inspirándose en su Constitución, que ordena que la información sea “veraz y responsable”.

Valiéndose de las debilidades de alguna prensa éticamente cuestionable, y rechazando a la investigativa por sus denuncias sobre corrupción, Correa ha creado un clima de hostilidad y desprestigio contra todos los informadores, a los que alecciona con llamados públicos a la responsabilidad por ser “mentirosos, corruptos, desestabilizadores y enemigos de la revolución”. De esta forma, con la ficción creada, mandato constitucional y clima hostil, muchos desprevenidos compran la idea de que todos los males se resuelven maniatando a la prensa “perversa y ventajista que solo busca defender sus intereses”. En ese juego maquiavélico, Correa mandó redactar la Ley de Comunicación, instrumento que aparenta proteger al público, cuando en realidad servirá para blindar a su gobierno de las críticas.

La semana pasada, tras una visita de una delegación de la Sociedad Interamericana de Prensa que expresó su criticismo en Quito, Correa calificó su propuesta legislativa como “proyecto estrella del Gobierno”. Junto con otros dos anteproyectos de la oposición, la ley, que podría sancionarse antes de fin de año, hace de la ética periodística un deber legal. Exige a los medios la adopción de códigos de ética y la contratación de un ombudsman, crea organismos cuasi judiciales que vigilarán la aplicación de los estándares éticos en la información y puede cerrar a medios que reiteren fallas informativas tan simples como la publicación de un titular desacertado y una foto grotesca, o tan complejas como la denuncia en contra de un funcionario corrupto.

Aunque Correa prometa que no habrá intromisión en los contenidos, dada la experiencia de gobernantes que pagan a seguidores para engrosar marchas políticas y urnas electorales, no es descabellado pensar que este gobierno o los futuros motivarán a batallones de gente para que denuncien fallas morales en los medios, causando autocensura, silencio y un declive considerable del periodismo investigativo. Además, la reglamentación de la ley tendrá que conciliar un código de ética universal, enajenando el derecho a una línea editorial propia e independiente, como estipulan los principios básicos de la libertad de prensa.

En aras de la igualdad, la nueva ley divide en 33% la propiedad y crea medios públicos, comunitarios y privados. Pero en un país donde el Gobierno ya controla el 70% de la televisión, después de expropiaciones a privados y donde no existe conciencia sobre el papel de los medios públicos, usados solo para hacer propaganda, no es difícil advertir que se busca consolidar una plataforma mediática gubernamental, monopolizar la verdad oficial y minimizar a la prensa privada e independiente. Esta ley miente, confunde, dice proteger a los ciudadanos de los abusos de los periodistas, cuando lo que busca es evitar que haya reflectores iluminando las acciones del Gobierno. Quiere silencio. Todos los ecuatorianos perderán.


EL COMERCIO

La respuesta ciudadana ante absurda decisión congresal

Es adecuado que el ministro de Justicia, Aurelio Pastor, haya anunciado que el Gobierno promoverá un pedido de referéndum ante el JNE, orientado a corregir la absurda decisión del Congreso de archivar los proyectos para instaurar el voto voluntario y la renovación por mitades.

¿Qué pasa con el Congreso? Lo cierto es que, por indolencia o conveniencia, la mayoría de sus integrantes no termina de entender la esencia del sistema democrático, que exige renovación, así como amplia y libre participación de los ciudadanos. Según Ipsos Apoyo, el 74% aprueba la renovación del Congreso a la mitad del período presidencial y el 86% pide voto voluntario.

Al mandar al archivo dichas iniciativas, la Comisión de Constitución hace oídos sordos y se pone de espaldas al clamor ciudadano, expresado mayoritariamente en las encuestas. Así, se ahonda de modo preocupante la brecha entre el primer poder del Estado y los electores, con lo que aquel pierde poco a poco su razón de ser.

Debemos recordar que el voto voluntario, como lo prueba la experiencia de otros países, enfatiza el sentido de libertad, pero sobre todo la responsabilidad de cada ciudadano al momento de sufragar. Lo que necesitamos, efectivamente, es un voto maduro y razonado, y no uno forzado y a veces manipulado por algunos candidatos de última hora, a través de campañas de amedrentamiento o temor.

El otro asunto postergado ahora es igualmente crucial. Los congresistas —hay que repetirlo una vez más— son representantes de los ciudadanos y se deben a ellos, a los que tienen que escuchar y rendir cuentas de modo permanente.

No son una casta aparte, como algunos de ellos parecen creer, al defender con uñas y dientes un sistema obsoleto y de prebendas que la sabiduría popular ha bautizado como “otoronguismo”, caracterizado tanto por un mal entendido espíritu de cuerpo cuanto por una conveniente confusión entre inmunidad e impunidad.

Precisamente, el sentido de la renovación por mitades apunta a institucionalizar la rendición de cuentas ante los ciudadanos, que elegirían —o reelegirían— a aquellos grupos y representantes con mejor desempeño. ¿A eso le temen los congresistas? ¿Es que no confían en la eficiencia de su gestión partidaria y particular?

El sistema actual, de elegir en bloque y paralelamente a la elección presidencial, genera un efecto de arrastre que se desgasta mucho en un período de cinco años. Además, la renovación por mitades sería una clara expresión de alternancia, lo más propio al sistema democrático que debemos alentar y no bloquear.

¿Qué tiene que pasar para que los congresistas tomen conciencia y asuman su responsabilidad? En el fondo, lo que se está evidenciando y poniendo a prueba es la debilidad estructural de los partidos políticos, que distan mucho de ser democráticos ellos mismos. Al acercarse las elecciones municipales y generales, como ya es usual, empiezan a perfilarse candidaturas oportunistas, que son reflejo más de ambiciones personales que de proyectos serios de gobierno citadino o nacional.

El llamado de atención es, pues, a los líderes de partidos para que hagan un mea culpa y se conviertan en instrumentos dinámicos de democracia interna y renovación de dirigencias a partir de una doctrina o ideología política. La premisa básica es que no puede democratizar quien no es democrático en su propia casa.

En tal contexto, el revés congresal no puede sepultar el clamor democrático. La ciudadanía está a la expectativa de que, desde otro poder del Estado, se evalúe detenidamente la propuesta de referéndum para hacer valer la voluntad popular y mejorar el sistema democrático.


EL COMERCIO

28.10.09

Es verdad

Que el Estado NO actúa como corresponde en nuestra vialidad, es correcto, no actúa. NO asume la “Educación vial” como política de estado, si es verdad. NO educa a nuestros hijos en las escuelas para prevenir los accidentes viales, nada más cierto. NO controla eficientemente el tránsito, si es verdad. NO otorga con la seriedad y profesionalismo que las actuales circunstancias lo ameritan las licencias de conducir, totalmente cierto. Sin embargo lo que NO hace el Estado, NO NOS DISCULPA de lo que podemos hacer cada uno de nosotros. Sin perjuicio de continuar EXIGIENDO nuestros derechos al estado en el cumplimiento de su función, cada uno, desde el “rol” que la vida nos designó, podemos y debemos hacer algo para paliar los efectos de esta tremenda pandemia, este deterioro social y cultural, esta insensibilidad que padecemos con respecto a los accidentes de tránsito. Acuérdense los cincuentones, cuando nosotros, los que hoy somos adultos, cuando éramos niños y jugábamos en la calle con la más absoluta tranquilidad, hoy nuestros hijos y nietos “se juegan” la vida en la calle. Se lesionan y mueren más por accidentes viales que por el sida, cáncer, o cualquier otra enfermedad. Nosotros mismos muchas veces los lastimamos más, con nuestra falta de conciencia del riesgo. Es cierto que el “estado” es la sociedad organizada, pero también es cierto que cada uno de nosotros somos la sociedad. Los convoco amigos lectores a reflexionar seriamente en la posibilidad de organizarnos a través de nuestras comunidades vecinales, en torno a nuestros gobiernos locales, con la única finalidad de impulsar la institucionalidad de la educación vial como política de Estado en nuestra patria.


LA PRIMERA

Cuestión de caras

Viendo al doctor Juan Vergara Gotelli, presidente de esa casa de intolerancia que es hoy el Tribunal Constitucional, es difícil no recordar al excesivo Cesare Lombroso.

Hay algo misteriosamente deficitario en esa mirada y una pincelada de severidad decrépita en ese puchero centenario que lo retuerce.

Ayer estaba más retorcido que nunca, después de que la OMS y la OPS –las máximas instituciones de la salud a nivel mundial y continental respectivamente- reafirmaran que la píldora del día siguiente “no es abortiva”.

Pero hablando de caras, ¿con qué caras nos mirarán los congresistas que ayer votaron en contra de la renovación parcial del parlamento?

¿Con cara de sinvergüenzas, como deberían? ¿O con cara de inocentes, como lo harán?

La impudicia es que, al rechazar el mecanismo de regulación de la aprobación por tercios o por mitades, los congresistas han votado por sí mismos y han pensado en su estabilidad laboral mucho más que en la regeneración del sistema democrático.

Una renovación congresal a mitad de gobierno sirve no sólo para descargar tensiones sino para actualizar la correlación de fuerzas, castigar a los ineptos y facilitarle al elector la posibilidad de corregir errores y revitalizar el concepto mismo de la democracia.

Grave error el cometido ayer por la Comisión de Constitución. Tan grave como rechazar también el voto facultativo, con lo que se reconoce que la democracia peruana tiene pies de barro.

En efecto, si la democracia consiste en un ejercicio de la libertad –en una orquestación de diversas libertades limitadas tan sólo por el bien común-, ¿qué diablos significa que el voto sea un deber y no un derecho?

Pues significa que en el Perú, a pesar de lo que digan algunos, sí hay ciudadanos de segunda. Y que ellos deben ser reclutados para votar, levados por la obligación e intimidados por la ley.

El congresista Raúl Castro Stagnaro, del PPC, definió ayer muy a su estilo a esa subciudadanía: “Imagínense lo que sería dejar a millones de peruanos que no han tenido la educación suficiente a expensas del voto facultativo...”

Muy bien. Entonces, hay que arrear al electorado para “que cumpla con la ley”.

No importa que un alto porcentaje decida su voto en la cola de la votación, preguntándole a alguien cinco minutos antes de encerrarse en la cámara o convenciéndose gracias a la música de un spot publicitario.

A esa ceremonia cuantitativa y penosa, tan vigilada como sonámbula, la llaman “legitimidad democrática”.

Que con su pan se la coman.

Y siguiendo con lo de las caras, ¿qué amargor habrá pronunciado el ceño de Elena Yparraguirre ayer, cuando se enteró de que el cura Marco Arana no quiere saber nada ni de ella ni de su marido –el de las bodas de sangre-, Abimael Guzmán?

Porque la señora Yparraguirre se atrevió a elogiar a Arana y a decir que el senderismo, dejando atrás el anfo y el degüello, quisiera entenderse con él.

Claro, era una manera de solicitar una amnistía social y de sondear la posibilidad de que la democracia imperfecta que vivimos acogiera, de puro estúpida, a quienes quisieron dinamitarla.

La señora Yparraguirre se ha vuelto a equivocar. Ella no es una guerrillera heroica que quiere dejar el fusil. Ella fue una asesina serial que secundaba a un mutante del marxismo.

No es una arrepentida: es una contumaz que llama a sus crímenes “excesos militaristas” y que sigue evocando, con orgullo, la supuesta epopeya del maoísmo forajido.

Muy bien ha hecho Arana despreciando a la señora y a su señor. Y muy mal han hecho los que han querido liquidar al cura aproximándolo maliciosamente con Sendero. ¿Qué caras pondrán ahora? Quisiera verlos.


LA PRIMERA

Un genocidio económico

La Asamblea General de las Naciones Unidas votará hoy una resolución que propone poner fin al bloqueo económico y comercial contra Cuba. Se espera que otra vez la casi totalidad de países –entre ellos el Perú– vote a favor de la propuesta.

Se calcula que una vez más sólo Estados Unidos e Israel, además de algún pequeño país, votarán en contra.

Hace pocos meses, una Cumbre de las Américas votó por unanimidad a favor de la cesación del bloqueo. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, insinuó en esa ocasión un cambio en la línea de hostilidad contra Cuba, al hablar de un nuevo diálogo con el país de José Martí. Pero hasta ahora todo sigue su curso anormal.

Algunos políticos y periodistas conservadores critican el odio empecinado concentrado en ese bloqueo, que impide hasta vender medicinas a Cuba, y castiga, conforme a la Ley Torricelli, a empresas que osan comerciar con la isla. La desmesura llega a impedir que los barcos que llegan a Cuba toquen durante seis meses puertos de Estados Unidos. Esto encarece los productos que Cuba adquiere.

Hay quienes sostienen que el bloqueo favorece en el fondo al régimen cubano, puesto que tal hostilidad suscita indignación en el pueblo afectado.

Lo cierto que el bloqueo es contrario al derecho internacional, a la soberanía y la libre determinación de los países que quieren trato comercial con Cuba. Es una intromisión descarada en la política y la economía de terceros países.

La base de esa medida es, por supuesto, la Revolución Cubana, que se atrevió a romper el dominio imperialista y a inaugurar el socialismo en la América.

Las raíces “legales” de la actitud son siniestras. Una de ellas es la Ley de Comercio con el Enemigo, acordada como medida de guerra en 1917, en plena guerra mundial, a fin de prohibir el comercio con estados hostiles. Pero lo cierto es que entre Cuba y Estados Unidos no hay conflicto armado.

Otro factor es la Ley Helms-Burton, que prohíbe la entrada a Estados Unidos de todo ejecutivo de empresas que hayan comerciado con Cuba. Esta muestra de intolerancia y barbarie sintetiza el carácter de la política anticubana de Washington.

No podemos saber lo que ocurrirá hoy respecto de la resolución contra el bloqueo a Cuba. Es posible que los votos en contra continúen encogiéndose casi hasta el grado cero de la vergüenza.

La historia de las votaciones a ese respecto es ilustrativa. Cuando, en 1992, por vez primera se consultó a la Asamblea General, hubo 59 votos a favor, tres en contra y 71 abstenciones.

En el 2000, hubo 167 votos a favor, tres en contra y cuatro abstenciones.

Hubo el año pasado 185 votos a favor, tres en contra y sólo dos abstenciones.

Puede decirse, entonces, que la inmensa mayoría de la humanidad rechaza el genocidio económico contra Cuba.

En suma, la humanidad le dice ¡NO! al bloqueo inhumano.


la primera

Un Congreso para el olvido

Con la opinión pública distraída por un absurdo fallo del Tribunal Constitucional que prohíbe la distribución gratuita de una píldora anticonceptiva a las mujeres más pobres, o esperando otro capítulo más de la novela en la que se ha convertido el robo del pulmón a un cadáver plastificado en una exposición, la Comisión de Constitución aprovechó el día de ayer para sentenciar este Congreso al tacho del olvido ciudadano.

Así tenemos que, al haber archivado las dos únicas reformas constitucionales de importancia que tenían en agenda –el voto voluntario y la renovación por mitades del Parlamento–, este Congreso se ha condenado, sin duda alguna, a ser solo recordado por sus escándalos y por el gran número de delincuentes que ha albergado.

No sabemos si es por error o por masoquismo que han decidido no dejarle otra herencia al país que el tragicómico recuerdo de un Parlamento compuesto por sujetos 'pintorescos’: el 'mataperro’, los 'robaluz’, las que contratan 'fantasmas’, los que emplean parejas y queridas, el 'comepollo’, la que agrede policías, la 'lavapies’, el 'planchacamisas’, entre otros. Todos ellos parecen personajes salidos de una película de Fellini cuando este estaba en su periodo más imaginativo pero, lamentablemente para los peruanos, son reales.

Ahora solo le resta a la ciudadanía apoyar un referéndum para eliminar la obligación de votar e introducir el derecho de no tener que esperar cinco largos años para cambiar de congresista. Ojalá se pueda hacer el referéndum pronto y que las reformas operen desde la próxima elección.

Estamos seguros de que si se plantean esas dos preguntas a la población, serán aprobadas por abrumadora mayoría. Es increíble, pero el Congreso nunca hace lo que la gente quiere; no entiendo realmente para qué los hemos elegido ni por qué les pagamos el salario.

Por otro lado, es alarmante que aún queden 21 meses para la salida de esta pobre promoción de parlamentarios. En ese periodo pueden causar enorme daño. Para empezar, ya nos anunciaron que no quieren delegar la selección y ser ellos quienes elijan a los dos vocales del Tribunal Constitucional. Repetirán así el desastroso proceso anterior, completando de esa manera a los siete vocales del mismo nivel, al ser todos elegidos por este Parlamento. Esa posibilidad ya dejó de parecer un gracioso guión y es un proyecto tan subversivo que parece hecho por Sendero.



PERU 21

Las cortinas de Elena

Uri Ben Schmuel
uribs@larazon.com.pe


Los cabecillas terroristas son asesinos pero no brutos. De tal manera que nos parece un error darle una lectura plana al anuncio de Elena Iparraguirre respecto a que SL formará un partido político para intervenir en los procesos de 2010 y 2011.
Porque eso es muy fácil impedirlo. Como ha recordado la congresista Cecilia Chacón, la ley electoral, en su artículo 14º, dice que cualquier organización que fomente el terrorismo puede ser denunciada ante el Ministerio Público para que se evite su inscripción como partido. De modo que se equivocan el premier Velásquez y el ministro Aurelio Pastor cuando afirman que no hay un obstáculo legal para que un grupo subversivo participe en comicios.


Y si la norma electoral no es suficiente, el Parlamento puede aprobar una ley como la anti ETA en España: la ilegalidad de un partido puede ser promovida por 50 congresistas, por el fiscal general del Estado o por el mismo gobierno. Entre los motivos para ilegalizar una organización figura “el apoyo expreso o tácito al terrorismo, bajo cualquier forma, incluso exculpando y minimizando su significado y la vulneración de los derechos fundamentales que comporta”.

Tenemos la impresión de que el anuncio de Iparraguirre es una cortina de humo. Ella sabe que aún en una democracia tan boba como la nuestra le sería imposible a SL participar abiertamente en elecciones. Sus declaraciones a la agencia EFE son una manera de desviar la atención del verdadero objetivo senderista: presentarse a los comicios regionales y municipales a través de grupos de fachada que van a ondear banderas ecologistas e indigenistas.

Por eso, también, el abrazo del oso de Iparraguirre al cura Arana y a Alberto Pizango, que pueden quitarle votos a ese senderismo encubierto. Esos oenegeros son competidores y no potenciales aliados de SL. Y la pareja de Abimael ha tratado, prematuramente, de quemarlos.

No seamos, pues, ingenuos. No vamos a ver grupos ondeando trapos rojos y lanzando vivas al “presidente Gonzalo” marchando a cara descubierta hasta el JNE. Los caballos de Troya están en otros lados. Ojalá que el sistema de Inteligencia se ponga las pilas y los detecte a tiempo.


LA RAZON

Esperpento nacional

La pregunta que anda rondando las redacciones es si el juez Barreto permitirá que el pintoresco lobbista dominicano Fortunato Canaán (¡el peinado y el nombre son de antología!) regrese a su país tras sus declaraciones o si le restringirá la salida y este tan caribeño personaje se quedará a vivir en un hotel (en el mejor de los casos) por un buen tiempo, habida cuenta de que es un protagonista tan importante del escándalo de los "petroaudios" como los detenidos Rómulo León y Bieto Quimper. ¿O no es la ley igual para todos?

Si bien es verdad que su voz no ha sido registrada en grabaciones, todos los testimonios apuntan a que "Yo te mato, Fortunato" estuvo metido hasta el cuello en el tema en sus inicios. Se podría alegar que no es culpable de nada -hasta donde sabemos, la tentativa no es punible- más que de ser un pendejo, pues Rómulo lo desembarcó sin asco para proseguir él solo como representante de los noruegos y Bieto es en todo caso el más comprometido de todos al haber sido miembro del directorio de Perupetro.

Es que al final del día este escándalo es tan feo no por sus resultados finales -la mayor parte de los pozos se ganaron sin competencia y no se firmaron los contratos. Y no eran lotes de Arabia Saudita, sino apenas prospectos en un país que hasta ahora ha demostrado ser muy poco afortunado en almacenar petróleo en cantidades importantes en sus entrañas. Además, todo indica que el rival Petro-Tech no era tampoco la Madre Teresa de Calcuta y ojo que a éstos les permitieron venderse por una millonada sin un parpadeo- sino por toda esa maraña de tratativas impropias y corruptas que reveló, con ese cuadro de visitas ministeriales a suites, de pláticas sobre "aceitadas", de traductoras rubias en minifalda, de archivos porno, de imitaciones cómicas geniales, de altos contactos y de componendas con hartas lisuras y frases célebres ("¡Hemos hecho un faenón!") del inolvidable Bieto, todo un triste cuadro de picaresca moderna que lamentablemente manchó al segundo gobierno aprista.

Además, tal parece que los "colaterales" son los que pintan más sabrosos, con "Bietoaudios" con jueces, con novias despechadas y con unos "petroespías" que acecharon a candidatos presidenciales, empresarios, abogados, agregados extranjeros, etc...

Escándalos como éste, así como los de algunos congresistas (apodos como "Mataperro", "Robaluz", "Acuchillado", "Comepollo", "Lavapiés", etc. suenan a alias de otros fondos), los jugadores de la selección de fútbol y el del ahora bendito pulmón, son los que nos hacen una nación tan desconfiada y en donde se ha instaurado una cultura del "Vale todo, cuñao", del "Si el otro es un pendejo y la hace, entonces ¿por qué no yo?", del "Mejor es pedir perdón después que permiso antes" y del "Quien no es conchudo, muere cojudo". En fin, ya veremos cómo acaba este esperpento nacional, esta patética y barata astracanada, este ejemplo tan tóxico para la juventud. ¡Susan Hoefken presidenta!

- Para variar, el Congreso nuevamente se puso a espaldas del país para defender sus intereses políticos y bloqueó el tan necesario y urgente voto voluntario. Los fujimoristas y los humalistas lo hicieron porque temen perder su electorado rural y marginal urbano, mientras que los unionistas y aliancistas lo hicieron de puros tontos teóricos que son. A ver... ¿dónde firmo para apoyar el referéndum?


CORREO

Con p de pulmón

Por Mirko Lauer

El incidente del pulmón en exhibición robado, o no, ha sido indignante para muchos. Al grado de que algunos han considerado que ello cuestiona la peruanidad de Susan Hoefken. Sin embargo César Hildebrandt ha hecho notar que la conducta de la empresaria no parece reñida con tantas orondas peruanidades que circulan por allí.

El caso no molestaba tanto cuando parecía genuino robo (Hoefken insiste en que lo es). Es la dimensión farsante la que potencia la indignación, el que se nos haya fletado un descrédito que no merecemos. La noticia dio la vuelta al mundo con robo y con farsa por igual, duplicando eso que se suele llamar la mala imagen.

Pero hasta en esto último hay feroz competencia. Junto al robo o farsa del pulmón en estos días tenemos la farsa del niño en el globo volador (EEUU) y ahora un posible falso cráter de meteorito (Letonia). Demostración suficiente de que en todas partes se cuecen habas, y de que la publicidad obtenida como sea es la nueva piedra filosofal

A los medios locales lo del pulmón les pareció un hecho digno de destacar, y a los de fuera también. Juan de la Puente ha criticado a los medios por lanzarse a gritar robo sin investigar primero. Ahora ese rizo se está rizando, con todos gritando farsa y condenando a la empresaria de antemano. Se le podría dar, como pide, el beneficio de la duda.

De otra parte el sainete del pulmón simplemente no puede competir con los efectos de los asaltos a turistas (bastante más de lo que se piensa), del impacto de la miseria y consiguiente desigualdad sobre los visitantes del norte. No hay cifra ni ceviche capaz de disimular la escala de nuestros problemas sociales.

La globalización mediática es unas de cal y otras de arena. No todo es hacer clic y ganar concursos. La navidad pasada dio la vuelta al mundo la foto de un cuy disfrazado de Papá Noel y al lado sus tiernos hermanos recién chajtados. Para buena parte del hemisferio norte una escena de incongruente crueldad.

Hay de todo. Acaba de salir a la venta el videojuego Fleece donde se trata, entre otras cosas, de trasquilar las llamas del enemigo. Esta semana tres huariques gastronómicos peruanos hicieron su debut en The New York Times, y Robert de Niro con su socio Nobuyuki Matsuhisa anunciaron la próxima apertura de un restaurante de la cadena Nobu en Lima.

Al final, nada desprestigia en el escenario internacional tanto como ser una sociedad donde ciudadanía y Estado no cumplen la ley ni la hacen cumplir. Sería grave que el robo, real o farsesco, venga seguido de otra de esas comedias de errores judiciales. Las cuales en cierto modo también nos han hecho famosos en el mundo.

LA REPUBLICA

La farsa de las concesiones

Por Humberto Campodónico

Esto de las concesiones de carreteras, puertos y aeropuertos ya construidos a empresas privadas comienza a aparecer como lo que es: un mecanismo para que se enriquezcan los concesionarios a costa del público usuario, que paga el pato.

No es lo mismo otorgar una concesión para construir algo nuevo (donde el inversionista privado pone de la suya) que otorgar infraestructura ya existente. Un ejemplo es la concesión de la línea de transmisión eléctrica Mantaro-Socabaya, ganada por HydroQuebec, donde invirtió US$ 179 millones, que recuperó con el peaje de la transmisión, una vez terminada la obra.

Pero no sucede lo mismo con Paita, ni con la carretera Pativilca-Trujillo, donde los concesionarios reciben infraestructura construida con nuestros impuestos, todavía no han invertido ni un sol y ya están subiendo las tarifas y los peajes. No, pues.

Hay otros ejemplos. En la concesión de la carretera Ancón-Huacho-Pativilca con Norvial, suscrita en enero del 2003, los concesionarios cobran los peajes y, con ese dinero, ejecutan las inversiones previstas. Así, del 2003 a diciembre del 2008, según Ositran, el concesionario ha invertido S/. 79 millones.

Pero la utilidad neta más la depreciación ha sido S/. 146 millones, cifra mucho mayor que la inversión. En este caso, el concesionario tiene un descargo: solo puede construir si el Estado expropia los predios por donde va a pasar la carretera.
¿Qué ha sucedido? Dice Ositran que, a diciembre del 2008, el Ministerio de Transportes le había a entregado 498 de un total de 537 predios. Mientras el MTC se pone las pilas (o quizá no se las pone, por alguna razón a investigar), la carretera no avanza más.

En la concesión Pucusana-Cerro Azul-Ica, suscrita en setiembre del 2005 con Coviperú, dice Ositran que se han invertido S/. 28.1 millones, a diciembre del 2008. Las utilidades fueron S/. 41 millones, lo que supera largo a la inversión (el monto de la depreciación no lo publica Ositran). Vale la pena reseñar que la reconstrucción de los tramos dañados por el terremoto fueron pagados por los aseguradores.

Lo peor es que la construcción de la segunda calzada (para que sea autopista) hasta Pisco recién va a comenzar en el 2017 y el tramo Pisco-Ica en el 2030. En el caso de la segunda calzada Huacho-Pativilca, ésta comienza a más tardar 11 años después de culminada la I Etapa (que concluyó en el 2008) o sea en el 2019. Es verdad, aunque no lo crea.

Esta supuesta “negociación” de concesiones que llegarán con las calendas griegas (la misma demora va a haber en Paita y los demás puertos, ver “Una concesión inmejorable”, www.cristaldemira.com, 26/10/09) tiene su origen en buscar, sí o sí, que el sector privado tome la concesión porque “el Estado no sirve”. Oiga, pero si la autopista a Cerro Azul de 130 km (puro desierto) la hizo Belaunde en menos de 2 años.

Estos contratos tienen que renegociarse y/o anularse (el de Paita) porque no es posible que obras tan simples y necesarias para la mejora de la productividad y de la competitividad, de un lado, tarden tanto y, de otro, que el cuero salga de los peajes y las tarifas portuarias de los exportadores. Basta ya de llenar los bolsillos de unos pocos con los impuestos de todos los peruanos.

la REPUBLICA

¿La agonía del cristianismo?

Por Augusto Álvarez Rodrich
alvarezrodrich@larepublica.com.pe

El catolicismo necesita reconectarse con la gente.

El catolicismo no sale bien parado de debates como el reciente sobre la despenalización del aborto cuando algunos de sus líderes más reconocidos pretenden ganarlos en la mesa del pacto con los políticos en lugar de hacerlo en la misa del convencimiento a la gente.

Como en la sentencia reciente del TC sobre la AOE, en el debate sobre el aborto algunos voceros del catolicismo andan con la actitud de ‘qué importa lo que digan, la discusión ya se ganó por la presión sobre las autoridades que al final van a decidir’.

Ello explicaría su pobreza argumental en un debate en el que no se debe olvidar que implica, en ambos lados, opciones personales vitales que se deben respetar. Pero cuando gritan que ‘Herodes anda suelto’ mientras miles de mujeres mueren porque –a diferencia de las que no son pobres– abortan en la precariedad, se concluye que algo anda mal con su argumento.

Este tipo de reacción sobre el aborto o la píldora del día siguiente también produce la posición de la iglesia católica en otros asuntos de la vida cotidiana de las personas –incluyendo de su feligresía–, como la homosexualidad, el uso del condón y, en general, sobre el papel de la mujer en la sociedad, a la que suelen percibir como nada más que un ‘aparato reproductor’.

Es penoso, por ejemplo, que el papa Benedicto XVI haya declarado en África, la región del mundo con mayor incidencia del sida, contra el uso del condón, algo que tiene implicancias mortales y, además, contradictorias con la defensa de la vida que declaran defender en el debate del aborto.

¿Estamos, acaso, en el Sodoma y Gomorra que sugiere la opinión de algunos líderes católicos? Claro que no. Lo que está sucediendo es una desconexión creciente entre la prédica de la iglesia católica con la manera como piensan y viven muchos de sus fieles que no se sienten inmorales, indecentes y pecadores porque no hacen lo que algunos curas les dicen sobre lo que pueden y no pueden hacer en la cama. O con quién.

Esto explicaría el decrecimiento de la proporción de católicos, o por qué varios líderes de esta religión buscan asegurar la continuidad de sus posiciones solo a través de pactos con los políticos de turno en lugar de triunfar en el terreno de las ideas y de las propias convicciones de una población que siente, cada vez más, que la iglesia tiene cada vez menos que decir sobre asuntos fundamentales de sus vidas.

Es obvio que esto no significa ‘la agonía del cristianismo’, pero sí creciente desconexión con la gente –especialmente con los más pobres–; pérdida de espacio frente a otros credos; iglesias vacías; y menor intensidad de la fe.


LA REPUBLICA

Pavorosa estadística

Una lamentable estadística revela hasta qué punto la familia, célula fundamental de la sociedad, está en crisis. Cada hora dos niños peruanos son violados en su propio hogar por sus familiares más cercanos.

En lo que va del año, 16,513 menores sufrieron vejámenes incalificables que, en la totalidad de los casos, acarrean consecuencias futuras muy graves en la vida del niño o niña, para quienes será difícil superar el trauma. Además, esta cifra se ha incrementado significativamente del 2008 a acá, pues el año pasado se situó en 13,414 casos.

Dos son las maneras adecuadas de enfrentar tan terrible problema: una política punitiva severa, y una permanente campaña de prevención y orientación. Y ambas realizadas en el marco de otra mayor: la promoción de los valores morales y éticos en la comunidad entera. Dichas tareas deben estar unidas y relacionadas de tal manera que se complementen. La sanción es necesaria; pero si no va acompañada por la educación incumple su finalidad social. Por cierto esta articulación es compleja y exige la participación de las instituciones y de la ciudadanía.

En este contexto, resulta fundamental intensificar el celo con el que el Ministerio Público intervenga en cada caso, propiciando que su actuación consiga no solo la finalidad: frenar los abusos, sino al mismo tiempo que promueva el hábito de la denuncia para evitar que se siga ocultando la verdadera magnitud de este problema. El hecho, por ejemplo, de la tecnificación del Instituto de Medicina Legal –que hace posible obtener resultados en una semana sobre muestras que evidencien ataques sexuales, comparado con los tres meses que tardaban anteriormente– ayudará a amenguar esta lacra. En esa misma línea, los modernos equipos de este instituto permiten ampliar la imagen de las lesiones producidas en los ataques y grabarlas, con lo cual las evidencias se afirman para obtener prontos y sólidos fallos condenatorios.

La educación con prevención es la otra gran herramienta para enfrentar este problema. Al respecto, se necesita un trabajo largo y sostenido promoviendo la disciplina en la etapa escolar y universitaria; la lectura; el deporte; la contracción al estudio; el sano esparcimiento y, en fin, un estilo de vida saludable tanto en el plano académico y material como en el espiritual. Ese crisol permitirá forjar valores éticos, morales y humanos que enaltezcan a la sociedad, en vez de envilecerla. Niños, jóvenes y ancianos serán sus principales protagonistas. Y a la vez sus principales beneficiarios.


EXPRESO

El nadador melómano

Por: Abelardo Sánchez León

Augusto Ferrero Costa es, para mí, un nadador y un melómano. Sé que es un versado e importante abogado, pero yo prefiero recordarlo con su trusa en la piscina de Walter Ledgard o conversando con Gonzalo Seminario, aquel muchacho sensible e inteligente, el recordado hermano menor de Arturo, que distinguía a los directores de orquesta a los trece años de edad, solamente escuchando los discos. Debe haber, estoy seguro, numerosos vínculos entre el agua tersa de una piscina y las notas musicales, pues creo que ambos invitan a imaginar mundos deleznables y a perfeccionar nuestro estilo.

El estilo es una constante de Augusto Ferrero, un especialista en el estilo espalda. Llegó tarde a las piscinas, a los quince años, y nunca tuvo detrás de él la presión de un padre angustiado por los triunfos. Lo recuerdo en esa posición incómoda, con el sol en la cara, evitando que el agua lo perturbara entre cada brazada. La piscina es aún su hábitat. Apenas puede se sumerge durante dos horas en ese ir y venir que tiene la musicalidad de una sinfonía.

Hace muchísimos años, en la casa de Arturo Seminario, se armaban unas discusiones intensas sobre diversos temas, acicateados, sobre todo, por su padre, un hombre eminentemente político. Las únicas veces que Augusto Ferrero hacía oír su voz era cuando se hablaba de música, de música clásica, su gran pasión. Esa pasión viene de su adolescencia y lo revelaba como un nadador intelectual, ensimismado, sumergido no solamente en el agua sino en la música, en ese maravilloso silencio que significa oír el constante chapoteo de cada una de las brazadas.

Augusto es ahora un nadador máster y un promotor de veladas musicales. No compite en los torneos, y no lo quiere hacer por razones de estilo: sencillamente no tiene la edad de tratar de vencer. Pienso que su actitud es leal a su afición por la música, esa atmósfera gratuita de bienestar que genera un concierto o una sinfonía. Conoce la música y a los músicos, el ambiente histórico en el cual se desenvolvieron, diversas anécdotas, y uno, cuando lee sus ensayos, aprende con palabras lo que intuye en las notas musicales. Por eso me parece extraordinario que los haya publicado en un hermoso libro titulado “La música, contexto y pretexto en la historia”, edición de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas de Madrid, recordándonos que oír es un placer.

EL COMERCIO

El habla culta

Por: Martha Hildebrandt

DESPERNANCARSE. En el Perú, en casi toda la América hispana y en partes de España, se usa despernancarse por desparrancarse. Ambos verbos significan “caerse abriéndose de piernas, generalmente con lesión en la cadera”. La relación entre despernancarse y pierna, al parecer de origen, es, sin embargo, fortuita y tardía, pues se debe a influencia de pierna sobre la forma original desparrancarse; esta, a su vez, está en relación con parra, por asociación con las ramas de la vid que suelen crecer extendidas a uno y otro lado de un cobertizo.

EL COMERCIO

Preguntas para el presidente

QUE EL PUEBLO AVANCE PARA EL PERÚ


Por: Baltazar Caravedo Economista

Sin lugar a dudas el Perú ha mostrado en los últimos años algunos cambios económicos y sociales significativos. El presidente Alan García lo destaca en artículo publicado el pasado domingo. Recurre a información elaborada por Naciones Unidas para certificar lo que ha llamado “el avance social”.

Destaca varios indicadores: la reducción de la pobreza, la disminución de la mortalidad infantil, el descenso del analfabetismo, el incremento de las viviendas con agua potable y electricidad, la multiplicación de hogares con telefonía fija y el mayor número de kilómetros de carreteras asfaltadas.

El desarrollo, sin embargo, es un proceso complejo al que hay que observar tomando en cuenta una serie de aspectos o dimensiones, algunas de las cuales no siempre se explican claramente a pesar de su identificación o no se perciben tan fácilmente. ¿Por qué, a pesar de los logros económicos y sociales persiste una trama conflictiva que, de manera recurrente, se convierte en crisis que conmocionan regiones o al país entero? ¿Por qué aún persiste la corrupción a todo nivel, en todas sus formas, con tanta frecuencia?

Si aceptamos que toda sociedad es un entramado de vínculos entre personas; uno de los elementos centrales en la construcción de vínculos tiene que ver con nuestra cultura cotidiana, plagada de equívocos e incoherencias, las mismas que se manifiestan en las distintas esferas en las que nos desplegamos, presente en todo tipo de organización, privada o pública, con o sin fines de lucro.

Si pudiésemos caracterizar el universo subjetivo de nuestra sociedad diríamos que los afectos y metáforas orientadoras que predominan son la ambivalencia, el cinismo, la desconfianza, la carencia de convicción, la falta de compromiso, la fragmentación. Todo ello se encuentra profundamente arraigado en nuestra “viveza criolla”, en la trama conflictiva, en la gobernabilidad difícil, en la desventaja competitiva.

Constituirnos en una sociedad democrática, que reconoce y respeta su diversidad, que sabe escuchar y acoger las diferencias para mejorar sus atributos y capacidades y desplegar una ética coherente y un desarrollo sostenible es el desafío que enfrentamos. No basta la inversión económica pública y privada; no es suficiente capacitar en las escuelas, institutos o universidades. Es indispensable considerar que toda organización es un espacio educativo, y que con la incorporación de estrategias, políticas y prácticas de responsabilidad social se puede contribuir a la transformación de nuestra sociedad.

EL COMERCIO

Tierra de nadie

LA CÁRCEL DE FUJIMORI Y LA PROPIEDAD DEL LENGUAJE JURÍDICO

Por: Enrique Bernales B Jurista

Según los funcionarios del INPE, en el Perú hay zonas, algunas ubicadas en establecimientos militares, judiciales o penales que son “tierra de nadie”. Sorprendente tesis, replicada en la misma línea por el ministro de Justicia: Fujimori, al pasear por algún lugar del fundo Barbadillo, aunque estuviera fuera del predio de reclusión, estaba en tierra de nadie, donde los reclusos pueden desarrollar sus actividades.

¿Qué es tierra de nadie? Es la traducción de la expresión latina “terra nullius”, usada para designar aquellos tramos de tierra que no son propiedad de persona alguna. Fue un término que se usó en la colonización europea de América, pues le daba al conquistador, previo amparo legal, carta blanca para apoderarse de las tierras conquistadas. En tiempos actuales, ha habido casos en los que se ha recurrido abusivamente a este concepto para privar a pueblos indígenas de sus tierras.

Aunque la expresión ha perdido vigencia legal, la pequeña área de Bir Tawil, entre Egipto y Sudán, es considerada tierra de nadie que separa un Estado de otro, sin que ninguno de los dos reclame su posición. Pese a que, históricamente, se ha usado en sentido inverso, el Jus Gentium impide que los estados se apropien de tierras que no son de nadie.

Fluye de lo anterior que dentro del territorio de un país no existe la tierra de nadie; el Estado tiene soberanía sobre cada milímetro de territorio y ejerce la titularidad en aquellos espacios terrestres que no pertenecen a los privados.

¿Y qué pasa en aquellos locales ocupados por instituciones públicas? Son espacios, en su totalidad, sometidos a la jurisdicción que los ocupa; allí no cabe hablar de espacios que tengan la condición de tierra de nadie. En su caso, no es concebible que la autoridad de un local, admita que hay espacios no sometidos a su responsabilidad y donde cualquier persona puede hacer lo que desee.

Sentada la tesis de la autoridad de un funcionario sobre un local donde funcione una entidad pública, resulta inadmisible que esa autoridad eluda el cumplimiento de su responsabilidad, apelando a sostener que el paseo de Fujimori fuera del espacio asignado para el cumplimiento de la pena que le ha sido impuesta fue en “tierra de nadie”. Es eso lo que argumentó el director del INPE sin que el ministro de Justicia le llamara la atención.

No se trata de desconocer cuestiones humanitarias. Que a Fujimori le interese y lo recree la jardinería es intrascendente para el análisis. Desde una perspectiva de derechos humanos, se le debe proveer de lo necesario para que, dentro de los espacios de su encierro e inclusive, si fuera necesario, haciendo actividades de jardinería en espacios adyacentes, por ejemplo, ejerza los derechos que le correspondan y denuncie cualquier maltrato si es que lo hubiera. Lo que llama la atención y da pie a este artículo son las afirmaciones ligeras de las autoridades, pretendiendo evadir su responsabilidad y sostener una tesis que es inexistente. Ni siquiera es excusable si se pretendiese que la expresión “tierra de nadie” se empleó en un sentido de lenguaje cotidiano, donde se usa para designar lugares donde reina el hampa. La propiedad del habla correcta es obligada entre quienes ejercen cargos de gestión pública.

EL COMERCIO

La Sunat y la urgente reingeniería del fútbol

La denuncia, por defraudación tributaria, de la Sunat contra un grupo de directivos del club Universitario de Deportes ha devuelto al debate público un tema recurrente: el caos que caracteriza al fútbol peruano y la urgente necesidad de buscar salidas a esta grave crisis, ya crónica, salpicada de fracasos y escándalos.

No se trata solo de constatar, con vergüenza, que estamos a la zaga en el ránking continental entre selecciones de mayores, como se ha visto en las eliminatorias al Mundial, sino de comprobar cómo ningún dirigente de la Federación Peruana de Fútbol ni de los clubes ha hecho mea culpa ante la afición tan engañada y decepcionada. Así, estamos mal de los pies, pero sobre todo de la cabeza.

Es decir, pretenden seguir con el statu quo de cúpulas y amiguismo, que es solo la fachada de un sistema de argollas y corrupción que mueve mucho dinero, pero no rinde cuentas a nadie y juega con los sentimientos de millones de aficionados.

En este entramado sombrío la intervención de la Sunat es solo un intento de denunciar un hecho que raya en lo delictivo y deslindar responsabilidades. Mas el problema no se circunscribe a un club. Es más, se sabe de otros que tienen también grandes deudas tributarias acumuladas, sin que nadie explique cómo se llegó a dichos montos ni por qué.

Es este secretismo el que hay que erradicar para empezar a cambiar el fútbol peruano. Y para ello es imprescindible —como se ha hecho en otros países— impulsar el ordenamiento y la formalización de las instituciones del fútbol peruano, con directivas legítimamente elegidas y que cumplan sus obligaciones.

Una opción interesante sería convertir a los clubes en sociedades anónimas, lo cual tiene la ventaja de ordenar la afiliación de socios, pero también de obligar a las directivas a darles cuenta de sus acciones de modo periódico. En lo económico y comercial, se ha comprobado también las ventajas de este sistema para convocar aportantes y hacer mejores contratos publicitarios.

Esta es solo una alternativa para aquellos que estén preparados para afrontarla, pero debe haber otras. De lo que se trata, finalmente, es de incluir criterios de gerencia y profesionalización en un deporte que, en nuestro país, ha sido manejado de modo arbitrario y caudillista, con desastrosos resultados.

Cambiar esto demanda no solo una renovación dirigencial, que debe ser empujada por los propios aficionados, sino también una acción reguladora de los poderes públicos para elaborar un marco legal que priorice la participación y la transparencia.

Como lo hemos dicho ya, no podemos vivir bajo los chantajes de la FIFA ni soportando los enjuagues sombríos de dirigencias enquistadas que deben ser para reemplazarlas por peruanos con ética, vocación de servicio y real entusiasmo deportivo.

En tal contexto, las propuestas para formalizar y ordenar a los clubes e instituciones del fútbol deben ser debatidas seriamente. Todo ello sin perder de vista dos cosas: que hay otros deportes, como el vóley, que merecen apoyo permanente; y que el deporte debe ser, antes que nada, un instrumento de formación y entretenimiento (con los semilleros) y no un medio de pillería para unos cuantos.

EL COMERCIO

27.10.09

Pulmones y riñones

César Hildebrandt
Columnista

Es muy gracioso todo esto. Como sucedió que Susan Hoefken escondió el pulmón de la muestra en torno al cuerpo humano y le mintió al país hasta la vergüenza, entonces sale el doctor García a decir que el Perú fue calumniado y que Hoefken es peruana “de casualidad” y que debería renunciar a la nacionalidad que ha traicionado.

Y la ministra Aráoz, que es martillera pública de lo que queda del Perú en el remate leonino impuesto por García, sale a decir lo mismo: que la Hoefken no es patriota y que nos ha hecho un daño irreparable, inmenso, indignante.

Como si Susan Hoefken no fuera una peruanaza de Eisha, una criollaza de Punta Hermosa y una votante potencial de García o Fujimori.

De comprobarse plenamente, la historia de la mentira de Susan Hoefken es tan o más repugnante que el robo que no ocurrió y que fue comentado por toda la prensa internacional como “robo primerizo”, a pesar de que en Australia, como se ha sabido ayer, alguien se había robado, en el 2007, un tobillo de la misma exposición y en esa ocasión no hubo ni mentira ni retorno.

En todo caso, la señorita Hoefken ha demostrado –como si eso fuera necesario- que en el Perú la pendejada es arte de frente de clases, cosmogonía horizontal y sistema de antivalores que va del taxista que se cruza en rojo al banquero que va al SIN a pedirle favores judiciales a Montesinos.

García parece haber querido decir que la reputación del Perú estaba en manos de Susan Hoefken. Y que, como Susan Hoefken es tan pericota como algunos de sus ministros, entonces, ¡uf!, nos salvamos, éramos limpios, arriba Perú, no nos ganan Zambo Cavero, no nos ganan.

¿Acaso Susan Hoefken no encarna, con apellido importado y alma criolla, la afición nacional por la trampa y el cuento?

Salida de un colegio privado limeño, educada con los valores carniceros de buena parte de la clase media alta, pasante de una universidad limeñísima, ¿en qué se diferencia Susan Hoefken del candidato presidencial que miente para ganar, de los que han urdido el fraude de Paita, del ex ministro de Salud que hizo desaparecer 830 cajas de documentos administrativos y contables?

¿Quién es peor? ¿La neumónica Hoefken o el petrolero “Bieto” Químper? ¿Lapidamos a la Hoefken y condecoramos a Rómulo León? ¿O sólo lo olvidamos, como quiere García?

Susan Hoefken tiene la naricita respingada y el pelito claro de la beautiful people. Pero ha crecido en un país donde los presidentes roban y/o matan.

Y en donde Doe Run se burla del Perú, la publicidad miente sin pausa, los impuestos suelen ser burlados, la prensa esconde todo lo que puede, nadie resulta responsable político de la mutua matanza de Bagua, el aeródromo de Collique se vende en contra de la ley, el Instituto Nacional de Estadística es obligado a mentir para favorecer al gobierno, no hay un solo preso por la porquería de Convial en el Callao, un comentarista económico de RPP figura como socio de cobranzas de César Gutiérrez, se nombra a un ministro que apareció cayéndose de borracho y que terminó recibiendo plata negra de Business Track.

Y no sigo para no aburrir y para no rendirle homenaje a Leo Spitzer y a su definición de la enumeración caótica.

De modo que estemos claros: Susan Hoefken es una mentirosa. Pero es más peruana que la mazamorra morada.

Tan peruana como el doctor García que, a pesar de tener bienes inmuebles en París o Bogotá, siempre será vecino de este país nuestro al que le debe tanto y donde ha tenido una experiencia tan enriquecedora.


LA PRIMERA

La defensa nacional

El mundo global de nuestros días es más incierto que el de la guerra fría. La internacionalización de los mercados no ha cambiado la naturaleza del Estado nación. Un mundo de mercados sin intereses nacionales diferenciados no existe. El sistema internacional actual en transición sigue siendo un mundo de Estados nacionales. Lo que ha cambiado es el medio en que actúan los Estados y la presencia de actores no estatales con capacidad de acción global. En el sistema internacional actual la guerra está prohibida, pero tiene menos factores de regulación e inhibición que en el pasado.

Los mercados no regulan la vida social y política al interior de las sociedades nacionales ni en la escena internacional. Esa función sigue siendo de los Estados. De la misma manera que los mercados no producen equidad social, tampoco aseguran la paz. Por el contrario, es usual que la guerra se origine por el control de los mercados. La guerra que Chile realizó contra el Perú fue para controlar el mercado del salitre.

La defensa nacional es una obligación del Estado para prevenir y dado el caso repeler cualquier ataque externo contra su territorio, la vida de su población, sus recursos naturales y bienes nacionales, contra su identidad histórica como nación. Consiste en la acción militar y diplomática que una nación opone al empleo de la fuerza o a la amenaza de emplearla por parte de otra nación contra sus intereses nacionales esenciales.

La defensa nacional se basa en hipótesis de conflicto. En el caso de Chile, en su frontera norte se basa en una hipótesis de conflicto con el Perú. La defensa nacional del Perú en la frontera sur está en función de una hipótesis de conflicto con Chile. Esta es una realidad objetiva. La paz consiste en evitar que las hipótesis que son escenarios normalmente posibles pero no probables no se transformen en realidad. Esa es la función de la diplomacia cuando el potencial militar es relativamente equilibrado. Pero cuando existe una desproporción extrema en el plano militar, como la que se expresa en la actual correlación de fuerzas entre el Perú y Chile, la diplomacia es insuficiente.

En casos como este, la mejor manera de afirmar la paz y evitar la tentación del conflicto es que los dos Estados tengan un poder militar disuasivo que inhiba cualquier aventura guerrerista de uno y otro lado, pues el potencial agresor sabría que el daño que podría recibir es demasiado costoso. Cuando el daño que se puede sufrir es mayor que el supuesto beneficio a obtener, el uso de la fuerza pierde razón de ser. A ello se llama la paz por disuasión. No es la única manera de evitar que las hipótesis de conflicto se transformen en realidad. Las hay más inteligentes y menos costosas. Pero cuando una de las partes se arma desmesuradamente y rompe el equilibrio, como es el caso del Chile actual, no queda otra alternativa más razonable y racional que la defensa nacional basada en la doctrina de la disuasión. El Perú no la posee. Debe pasar a tenerla con consenso nacional, seriedad y urgencia.


LA PRIMERA

Uruguay: las claves del voto

El domingo último, Uruguay reafirmó su vocación democrática al dar mayoría a José Mujica, candidato presidencial del Frente Amplio, y otorgar a éste ventaja en las Cámaras de Diputados y de Senadores.

Mujica deberá afrontar todavía una segunda vuelta, ya que obtuvo el 49.18% de los votos válidos, pero no superó el 50% necesario para ganar en primera vuelta.

Mujica tiene un pasado guerrillero, como fundador y dirigente de los Tupamaros, organización armada que se levantó contra una dictadura sanguinaria, la cual asesinó, torturó y lanzó al exilio a cientos de miles de uruguayos. Fue ésta una diáspora cruel que Gabriel García Márquez mencionó en su discurso de aceptación del Premio Nobel de Literatura (1982).

Expresó Gabo en esa ocasión: “El Uruguay, una nación minúscula de dos millones y medio de habitantes que se consideraba el país más civilizado del continente, ha perdido en el destierro a uno de cada cinco habitantes”.

El voto de Mujica reafirma la aprobación al gobierno de Tabaré Vásquez, el médico socialista que, como candidato del Frente Amplio, rompió con el oligopolio de los Partidos Colorado y Nacional.

Bajo la dirección de Vásquez, el Frente Amplio ha cumplido un periodo marcado por la sensatez, incluso en el plano de la política internacional. El Frente ha sabido respetar sus principios y sus promesas de justicia social. Lo precisó Mujica en el mitin de la victoria:

“Hay que dar continuidad a lo mucho que sembró este gobierno, que se acordó de los olvidados, de los pospuestos y que supo hacer andar la economía, pero para redistribuir”.

Redistribuir: esa es una de las claves de la política del Frente Amplio y empieza a ser el signo del progreso social en nuestra América.

Mujica es un político no tradicional. Nació el 20 de mayo de 1935 en un hogar de clase media agraria. Desde muy joven militó en los sectores antidictatoriales. Perseguido por los militares, fue apresado cuatro veces y dos veces fugó de la prisión. En total, pasó 15 años en prisión.

Con el retorno de la democracia, se disolvió el Movimiento Tupamaro y fue creado el Movimiento de Participación Popular (MPP). Como líder de éste, Mujica ingresó en el Frente Amplio.

En adelante impulsó la línea de izquierda democrática del Frente. Grande es su admiración por el presidente Lula.

Cuando Tabaré Vásquez lo nombró, en 2006, ministro de Ganadería, Mujica actuó para que los beneficios de la exportación de carne (el 80% de las exportaciones uruguayas) no fueran acaparados por los grandes estancieros, sino redistribuidos a los pequeños y medianos ganaderos.

Es orador de garra combativa. Lo demostró el domingo al decir: “Somos hombres de lucha, porque nunca nadie nos ha regalado nada” y anunciar “treinta días de entrega” para ganar en la segunda vuelta.

Errata. En mi columna de ayer se deslizó un error. La señora Roxana Haas fue nombrada cónsul en San Francisco bajo el gobierno de Alejandro Toledo, no de Fujimori.


LA PRIMERA

En el crecimiento está el secreto

Para muchos políticos tradicionales, más valen diez puestos de trabajo creados por el Estado –con ceremonia, discurso de inauguración y conferencia con los medios– que mil empleos generados en silencio por el sector privado.

Posiblemente esa deformación profesional explique la posición del presidente García –quien es, al final de cuentas, un político hasta el hueso– ya que en un artículo publicado en El Comercio puso excesivo énfasis en el impacto que el gasto público habría tenido en mejorar los indicadores sociales y en reducir el nivel de pobreza en la población.

En realidad, con el mismo nivel de gasto estatal que el que fuera efectivamente ejecutado en los últimos años, pero con un crecimiento económico de solo 4%, ese artículo nunca se hubiera siquiera redactado, menos aún publicado. Ello debido a que el grueso de la mejora en la calidad de vida del peruano se ha dado no por gasto social o inversión estatal sino gracias a cuatro años de crecimiento alto, a un promedio de 8.5%, impulsado por el sector privado.

Esta reflexión me parece importante porque en la actualidad estamos camino a un insuficiente crecimiento de no más de 4% para el próximo año; sin embargo, el Gobierno parece encontrarse muy satisfecho. Incluso si esa proyección se hace realidad, la larga lista de indicadores contenidos en el artículo mencionado se congelará en el tiempo porque a ese bajo nivel de crecimiento no se logra mejora para los peruanos.

Por tanto, si el Gobierno quiere continuar reduciendo la pobreza, tiene que pisar el acelerador a fondo en las medidas que facilitan y promueven la inversión. Por ejemplo, a la buena idea de abrir entidades públicas los fines de semana habría que agregarle una masiva reducción en trámites y la eliminación de aranceles, así como otros sobrecostos.

También fomentar con ganas la formalización del empleo, entregar todo lo que se pueda en concesión –el fracaso del paro portuario confirma que la oposición a la inversión es una pequeña cofradía–. La mejora de la infraestructura va directamente a la vena de la competitividad y al bienestar de la población.

Así que si el Gobierno se pone las pilas y el crecimiento llega al 6%, entonces el presidente García podrá volver a escribir sobre los avances en los indicadores sociales. Pero, en caso contrario, solo nos quedará guardar el último artículo, aunque el papel se torne amarillo.


PERU 21

A todo pulmón

Uri Ben Schmuel
uribs@larazon.com.pe


El presidente García se ha puesto a patinar sobre una capa de hielo muy delgada al opinar sobre la señora Susan Hoefken. Si ya está mal que la prensa condene a la ligera –y aquí hacemos un mea culpa por calificarla de “robapulmón” en una llamada de portada–, peor aún que el primer mandatario sentencie sin respetar el curso de las investigaciones. Y, para colmo, ha dicho que es peruana de casualidad, que no merece serlo y que tendría que renunciar a la nacionalidad o deberían quitársela.
Asumamos que finalmente se prueba que todo fue un ardid de la señora Hoefken (después de verla en el programa de Nicolás Lúcar, sin embargo, tenemos nuestras dudas, a menos que sea una magnífica actriz). En ese caso, por cierto merece un castigo. Pero uno tipificado en el Código Penal y aplicado por los jueces. Y, hasta donde sabemos, ningún delito contra la fe pública contempla como sanción el retiro de la nacionalidad o la obligación de renunciar a ella.


De paso, si todo aquel que perjudica la imagen del Perú mereciera convertirse en apátrida, pues hay, de lejos, muchos otros candidatos con más méritos que la señora Hoefken. Abimael Guzmán, por ejemplo. ¿Existe algún peruano –a excepción de los miembros de la CVR, naturalmente– que no considere que perjudicó a nuestro país? Y sin embargo, hasta ese tipejo tiene derecho a su nacionalidad.

Porque si cada uno empieza a hacer una lista de acuerdo a sus simpatías y antipatías sobre quién merece ser peruano y quién no, sería la de nunca acabar. De modo que mejor no empezar. Suponemos que a estas alturas, el presidente García ya debe haberse arrepentido de la boutade. Aunque tal parece que no se lo comunicó aún a la ministra Aráoz, que ayer apoyó tamaña barbaridad. (¿Por qué será que algunos ministros, a riesgo de hacer el ridículo, se empeñan en ser más papistas que el Papa?)

En suma, podemos discrepar, a veces (demasiadas) con ferocidad. Pero todos, incluyendo a Susan Hoefken, tenemos derecho a ser peruanos. Y a cantar nuestro himno. A todo pulmón.


LA RAZON

Acho y Velasco

El TC anda de mal en peor. Ahora sugiere prohibir la "píldora del día siguiente". ¡Qué dirían sus miembros del estudio de los reputados académicos John Donohue y Steven Levitt, que han postulado que el crimen cayó en EE.UU. en los 90 por la legalización del aborto en los 70 (postura que pueden leer en el estudio The Impact of Legalized Abortion on Crime, pricetheory.uchicago.edu dentro de la senda de investigación que les marcó su mentor Gary Becker, el brillante e iconoclasta premio Nobel de Economía 1992!

- A la izquierda le fue mal este domingo en Uruguay. No sólo puede ser derrotada por la derecha en la segunda vuelta, sino que además perdió tanto la mayoría en el Legislativo como el referéndum para derogar la ley de amnistía que protege a los militares de juicios por la lucha antisubversiva de la década de los 70. ¡Vamos, Lacalle!

- Ante la llegada de la temporada taurina -frente a la cual soy indiferente, aunque me opongo a los prohibicionistas porque nadie debe imponer sus pareceres a los demás. Y me da risa escuchar a gente apoyar el aborto y después llorar por los toros-, me acuerdo de una célebre pifiadera que sufrió el dictador Velasco en Acho.

Era noviembre de 1971 y el tirano había acudido, vestido de civil, con su esposa, pues la corrida era a favor de las obras sociales que comandaba ésta. Según me cuentan, el cartel era de primera, con Ángel Teruel, Dominguín y rejoneadores. Velasco estaba rodeado de los "ALTECOS", como se les llamaba a los pitucos que lo adulaban y hacían labores de "soplonaje" entre su clase social. Como frecuentaban todo el rato a Velasco, que adoraba jugar "cachito" y ping-pong, les pusieron ese apodo por "almuerzo, té y comida". Para mala suerte del dictador, a uno de los rejoneadores se le ocurrió brindarle la faena y comenzó una silbatina espectacular, con harta mentada de madre y todo. Mientras su mujer clavaba de rabia el rejón en la barrera, el dictador ordenó a sus soplones que tomen fotos a los tendidos. Los abucheos duraron toda la corrida y Velasco se retiró muy enfadado.

La PIP se dedicó a llamar a sus instalaciones a todos aquellos que aparecían en las fotos con visos de estar gritando o buscaban intimidarlos para acusar a otros. Mi padre estuvo entre los afortunados convocados y me cuenta que las fotos habían sido ampliadas cual gigantografías. Los mandó a donde debería mandarlos y regresó a la casa. Por supuesto que la dictadura le atribuyó la pifiadera a los pitucos (éstos y los apristas eran sus chivos expiatorios favoritos), cuando Acho en esa época era una fiesta mucho más popular que hoy en día, en que se ha vuelto un espectáculo elitista, muy caro y en donde la mayoría que va no conoce de tauromaquia sino que acude por novelería, exotismo y exhibicionismo. Evidentemente, Acho no estaba llena de pitucos, pero aquel fue el argumento del régimen. Es que Velasco nunca fue popular, salvo el breve lapso de la toma de Talara y la dación de la Reforma Agraria (1968-1969). Era antipático, vulgar y pésimo orador. Por eso sus seguidores fracasaron con el PSR, que debió ser su partido heredero. Es cierto que mucha gente acompañó su ataúd, pero fue más por curiosidad en una Lima donde no había tanto que hacer como ahora y apenas se veían actos políticos públicos. Nadie salió a protestar o a defenderlo cuando Morales Bermúdez le dio el golpe de agosto de 1975. Nunca fue querido y Acho reflejó eso.


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